Estos son los devaneos etílicos, por lo general absurdamente egocéntricos y autocomplacientes, de un técnico de sonido malagueño.

Ya que entras, tráeme una birra.

11.12.08

La SGAE irrumpe en las discotecas

Sé que es bastante tópico que, en un blog dedicado a la música y el sonido, se hable de la SGAE antes de llegar a la décima entrada, pero también es cierto que es algo que tenemos a la orden del dia (y que cada vez va a ser más frecuente, si no, ojito al parche). Atención, amigos de los jolgorios nocturnos: todo apunta a que cada vez será más frecuente ver registrando cabinas de discotecas a la Inquisición Española ("¡¡Nadie espera encontrarse a la Inquisición Española!!"... guiño para los muy fans de los Monty Python, no he podido evitarlo...).

Resulta que hace unas semanas la Policia Local irrumpió en la cabina de la madrileña sala Low durante la sesión de uno de sus residentes, Dani Rivero Baughman, y por lo visto no fue para pedirle que pusiera Atrévete te te. La intención de tan solemne visita era comprobar si las copias que usaba eran originales. Tócate los cojones. A todo esto, la SGAE ha querido salir al paso asegurando que la iniciativa de estas operaciones policiales no ha sido tomada por ellos mismos. Y las fuentes policiales no saben, no contestan. Bonito partido de tenis, sí señor.

Oshe primo, ponte un temita wapo de breeea, no??


Pero, estimados lectores, permítanme adentrarles durante un párrafo en el maravilloso océano de los derechos y deberes del ciudadano: La Ley de Propiedad Intelectual vigente exige que la música que se escucha en las salas proceda de copias originales (o sea, que no basta con el canon que ya de por sí está obligado a pagar el establecimiento por poner música). De esta manera, el artista que suena garantiza sus derechos de autor, más concretamente los de reproducción y de comunicación pública, que impiden que su música se reproduzca sin autorización previa de él mismo o de su discográfica en cualquier lugar que no sea el uso privado en un ámbito doméstico.

Evidentemente, la SGAE se aprovecha de la multitud de lagunas existentes en la legislación vigente para denunciar por la vía penal a todo el que se le ocurre, en un ejercicio de cobarde terrorismo intelectual. Los convites de bodas tampoco se libran, ya que hay constancia de que la entidad ha contratado en ocasiones a algún detective para grabar dichas celebraciones, en una clara violación del derecho a la intimidad, con objeto de utilizar dichos registros en posibles imputaciones judiciales.

Para acabar de rizar el rizo esta sociedad entona día sí y día también la legitimidad de sus acciones, argumentando que la mayoría de estas noticias y acusaciones "carecen de todo fundamento y dañan enormemente la imagen de esta Entidad" (sic). Como si no estuviera dañada ya, vamos... Si es que son unos santitos.

En fin, este asunto está muy manido ya pero... a partir de ahora, cuidado con cantar en la ducha. Besos a todos.

Fuente: El Confidencial.

5.12.08

Post ególatra

Hoy me vais a permitir que os cierre momentáneamente las ventanas al mundo, y que sabia e interesadamente emplee mi espacio internáutico para darme a valer un poco. Sólo lo justito, lo prometo. Por ello, vengo cargado en esta ocasión con dos acontecimientos de importancia, concernientes a mi persona, uno de ellos sucedido ya, y otro por suceder. Y voy al grano, y punto.

ACONTECIMIENTO nº 1:

Vais a perdonarme que me haya retrasado en comunicaros esto cosa de una semana (uno no puede publicar entradas todos los dias, es una forma de "malcriar" al lector de blog...). Ahora que he encontrado el momento adecuado, os comunico que el pasado jueves 27 de noviembre se celebró la III Maratón de Cortometrajes Cinesur-Málaga Nostrum, celebrado en las salas del centro comercial mencionado, sito allá por los polígonos. Donde las putillas. Sí, el 90% de los chicos ya sabe dónde digo.

El caso es que se presentaron interesantes trabajos de varios emergentes creadores malagueños (y amigos de un servidor): Serjismundo, José Sancho, Fran Kapilla, Sergio Sánchez, Alej Montecatine, Fran Bravo, Alex Granja, Martín Crespo, Pedro Terrero, Kike Ramírez... precisamente estos dos últimos son los que acaparan en esta entrada mi atención, ya que fueron los flamantes ganadores de la noche. El 24'83% de los votos de los asistentes fueron a parar al corto presentado por estos grandes artistas (sobre todo Pedro... por evidentes razones de diferencia de altura conmigo, me refiero): Reflejos.

¿Y qué pinto yo aquí? Pues que fui el orgulloso encargado de sonido (junto con algunas útiles aportaciones del propio Pedro Terrero) de dicho corto, con lo cual, como es evidente, cuento esta victoria también como propia. Reflejos pasa a la lista de obras audiovisuales premiadas, sonorizadas por un servidor. Me falta besarme, pero no me llego.

Mis tonterías aparte, todos estaréis de acuerdo en que el mérito del premio es básicamente de ambos realizadores... y yo os concedería el placer de corroborarlo visualizando el corto premiado, pero como de momento no ha tenido cabida en el Youtube, os voy a dejar con una de las últimas obras de Pedro Terrero... un espeluznante falso documental que nos habla de una misteriosa invasión que se dio hace pocos meses en las calles de nuestro país: La plaga.

ACONTECIMIENTO nº 2:

Un servidor se materializará mágicamente en vuestros tubos catódicos (y en vuestros plasmas y TFT's si es menester, aunque para esos aún me falta un poquito de práctica...) el próximo martes 9 de diciembre, a partir de las 6 de la tarde, y a través del canal PTV Málaga.

La verdad es que tenía una envidia enfermiza, corrosiva y malsana hacia mis amigos Serjismundo y Sancho (Indigencia Films) que fueron allí hace poquito, así que he estado deseando con todas mis fuerzas que los planetas se alineen... y finalmente lo han hecho. Este acontecimiento se ha hecho palpable en forma de llamada telefónica de mi colega comunicador y ex-compañero de radio Antonio Márquez, presentador de un pequeño programita de variedades, al que me ha pedido que asista.

Si os estáis preguntando qué cojones voy a hacer... pues la verdad es que es una buena pregunta, porque yo tampoco lo sé. Antonio me ha pedido que alardee de mi condición de técnico de sonido, y que me lleve la guitarrilla y cante alguna versión, alguna cancioncilla mía... en fín, que está la cosa ahí un poco en el aire, pero bueno, me emplearé a fondo para presentar a tiempo un bonito espectáculo a los telespectadores. Igual me saco la churra pa salir en todos los "zappings" del país.

Ostia, qué buena idea...

Poco más. Que quien tenga PTV me lo grabe, porfi. Que lo pides allí y te dan una palmadita en la espalda, y te piden que te quedes sentado...

Besos!

1.12.08

Escucha, corazón

Me hago eco de una curiosa noticia que ha salido a la palestra en los últimos días, y que habla de un interesante beneficio cardiovascular, aportado por la acción de escuchar "música agradable", entendiendo esto último como "música que gusta a cada persona en concreto". Hay que decir, como en todo estudio de este tipo, que se dejan bastantes flecos por recortar, y que el titular incluso se deja tintar por un ligero amarillismo, según lo leamos o escuchemos en un medio o en otro. Pero bueno... como digo, con estas cosas siempre pasa algo similar.

El asunto es que fue en las jornadas científicas de la American Heart Association, celebradas en el mes de noviembre, donde la Universidad de Maryland dio a conocer esta conclusión. Para empezar, la muestra, a mi parecer, era demasiado pequeña (diez personas) como para tomar este estudio plenamente en serio, pero, eso sí, sienta bases para extender las investigaciones de ahora en adelante.

Lo que sucedió básicamente con estas personas (no fumadoras, y de 36 años de media, por cierto) es que, dependiendo de si escuchaban una canción que les gustase más o menos, el diámetro de sus vasos sanguíneos aumentaba o disminuía. Éstos se dilataban si la escucha era placentera (hasta un 26%, por tanto, facilitando el riego sanguíneo), o se contraían si no lo era (aproximadamente un 6%). Si las personas estudiadas escuchaban música relajante (no especifican, pero imagino que se trataría de algún downtempo cercano al chill out), la dilatación alcanzaba el 11%. Todas las mediciones se realizaban en la parte superior del brazo.

Ya habíamos escuchado redoblar campanas a favor de la musicoterapia, pero el asunto de redirigir tratamientos psicológicos hacia la escucha meramente subjetiva parece abrir nuevas miras en la relación medicina-musicología. De todas formas, todos sabíamos que escuchar música siempre es bueno... ¿Esto quiere decir, por tanto, que los que nos gusta (casi) toda la música, es posible que tengamos una mejor respuesta cardiovascular? Pues... a lo mejor :P

Sin embargo, echo de menos, a título personal, que el estudio no hable de la probable disminución de coeficiente intelectual (aún más si cabe) al escuchar cosas como reggaetón o El Canto del Loco. Desde este blog animamos a los estudiosos a indagar sobre tan espeluznante pesquisa, evitando en lo posible, en las pruebas de laboratorio, someter a tales tormentos a ningún animal. Que los pobres no tienen ninguna culpa.