Resulta que hace unas semanas la Policia Local irrumpió en la cabina de la madrileña sala Low durante la sesión de uno de sus residentes, Dani Rivero Baughman, y por lo visto no fue para pedirle que pusiera Atrévete te te. La intención de tan solemne visita era comprobar si las copias que usaba eran originales. Tócate los cojones. A todo esto, la SGAE ha querido salir al paso asegurando que la iniciativa de estas operaciones policiales no ha sido tomada por ellos mismos. Y las fuentes policiales no saben, no contestan. Bonito partido de tenis, sí señor.
Oshe primo, ponte un temita wapo de breeea, no??
Pero, estimados lectores, permítanme adentrarles durante un párrafo en el maravilloso océano de los derechos y deberes del ciudadano: La Ley de Propiedad Intelectual vigente exige que la música que se escucha en las salas proceda de copias originales (o sea, que no basta con el canon que ya de por sí está obligado a pagar el establecimiento por poner música). De esta manera, el artista que suena garantiza sus derechos de autor, más concretamente los de reproducción y de comunicación pública, que impiden que su música se reproduzca sin autorización previa de él mismo o de su discográfica en cualquier lugar que no sea el uso privado en un ámbito doméstico.
Evidentemente, la SGAE se aprovecha de la multitud de lagunas existentes en la legislación vigente para denunciar por la vía penal a todo el que se le ocurre, en un ejercicio de cobarde terrorismo intelectual. Los convites de bodas tampoco se libran, ya que hay constancia de que la entidad ha contratado en ocasiones a algún detective para grabar dichas celebraciones, en una clara violación del derecho a la intimidad, con objeto de utilizar dichos registros en posibles imputaciones judiciales.
Para acabar de rizar el rizo esta sociedad entona día sí y día también la legitimidad de sus acciones, argumentando que la mayoría de estas noticias y acusaciones "carecen de todo fundamento y dañan enormemente la imagen de esta Entidad" (sic). Como si no estuviera dañada ya, vamos... Si es que son unos santitos.
En fin, este asunto está muy manido ya pero... a partir de ahora, cuidado con cantar en la ducha. Besos a todos.
Fuente: El Confidencial.
4 comentarios:
Leyendo tu post me he reído un montón. Habría que ver al pobre DJ con las manos en alto, jurando que él nunca lo haría, que no está poseído por el demonio... En fin...
Sobre las bodas, no se si lo has puesto como comentario general, pero que sepas, que hace muy muy muy poco, a una pareja la denunciaron por poner música en su boda sin pagar los derechos en cuestión. Acto seguido la pareja denunció a la SGAE por meterse en su boda y grabar sin su permiso, juasjuas... Y gracias a que metieron las noticias donde no les habían llamado, la dulce parejita seguramente se haya pagado la boda, el viaje de novios a todo lujo y la entrada de la casa sin problemas XD
Rebk
Rectifico: "..metieron las narices donde no les habían...."
Madre mía que cosas pasan Pedro; es verdad que hay mogollón de lagunas y encima cada vez salen más, así que ni es un problema de viejo ni algo que creo que se solucione en poco tiempo. A ver si escribes otro artículo dando tu opinión sobre las medidas que se deberían tomar. Por cierto; me mola tu blog! En cuanto esté por malaga te enlazo.
Este blog promete si, y encima pones a Bunbury ese genio incomprendido, que en solitario es buenisimo tambien
Lo de la SGAE, es como v de vendetta pero en musical, maldita represion de "viejas glorias que se han vuelto ricas"
prometo seguirle!!
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